Los traumas a lo largo de los siglos.
Toda la historia de México ha sido traumática, por la
abrumadora superioridad técnica de los invasores europeos y los mataban sin
ninguna compasión, siendo el resultado de miles de indios muertos.
A los europeos no les bastó solo con matanza, la imposición
que ellos querían fue espiritual y como
resultado de ésta imposición fue una deculturación forzosa, es decir la
obsesión que ellos tenían por la idolatría que no le importaba quien estaba en
contra.
Surgieron 8 situaciones agudas las cuales se le puede
considerar como “Los ocho traumas”:
La conquista militar, la conquista espiritual, el mestizaje,
la secularización, la idependencia, la mutilación del territorio nacional, la
reforma y la revolución.
Recordemos que la conquista se basó sobre destrucción,
saqueo y tragedias, la conquista expulsó al indio como protagonista de la
historia, lo borró completamente del mapa.
Espinosa fue la mujer, que se vio forzada a unirse al
español, ella sentía que traicionaba su raza y a su cultura, como resultado
ella hacía crecer a sus hijos a su sombra y por lo tanto lejos del padre. Desde
este punto se puede justificar la cultura mexicana del por qué se vive con
exceso de madre y falta de padre.
Desde esas épocas se consideraba a la mujer como menos, pero
observemos que si durante la conquista el indio es el protagonista del choque
contra los europeos pero durante la Colonia es la india quien toma el
protagonismo.
Las tres órdenes es decir los franciscanos, dominicos y
agustinos, crearon una rivalidad entre sí para poder fundar pueblos, donde los
naturales se mantenían separados de los de la raza española, y la raza india
les sirvieron como materia prima para un proyecto, el gobierno virreinal tuvo
la ocurrencia de juntar a los autóctonos en poblaciones de traza europea que
poco o nada tenían que ver con las actividades indígenas, todo esto fue para
realizar un mejor control político.
Los españoles no supieron colonizar y la única defensa que
se les había dado es que hubo, en otros lugares, otros conquistadores peores
que ellos.
Los colonos eran una sociedad piramidal como la que más,
represiva, ritual y explotadora, donde mataban a la gente de menos rango bajo
la justificación de oficio religioso.
En el trabajo obligatorio los indios son solo fuerza
mecánica, que se aplica indistintamente a tareas cuyos objetivos los determinan
los españoles y cuya razón responde exclusivamente a los intereses de aquellos.
Por orden real de Carlos tercero se llevó a cabo la pérdida
de poder de las doctrinas en los pueblos, es decir retirando a los misioneros
franciscanos, dominicos y agustinos les quitaron el poder que tenían sobre el
cuidado de los indígenas, y a raíz de esto muchos de los indígenas quedaron
como huérfanos, algunos no habían llegado a la edad adulta, a fines del siglo
XVlll los criollos protagonizan un movimiento proindependencia esto era a favor
de sus propios intereses, no a favor de los mestizos e indios, con engaños los
criollos consiguieron lo que quisieron, para cohesionar a una población
utilizaron el símbolo religioso de la virgen de Guadalupe, y aquí es donde
realizaron lo mimo seguían matando a los
realistas, bajo un símbolo religioso.
Para amedrentar a los mexicanos que demostraban tendencias más o menos
ostensibles a favor de la libertad, se recurrió a las armas sobre las
conciencias podía esgrimir todo sacerdote adicto a la dominación española.
El desenlace fue como el de una novela tragicómica, en 1820
en España se da una revolución liberal que restringía los privilegios de la
nobleza y del clero estos realizaron un cambio rotundo adoptando la compasión
como la causa de la independencia que después de tanta saña habían combatido.
Agustín de Iturbide era un activo realista, y este fue el
encargado para encarnar y consumar la independencia, al lograrlo este
recompensó con ascensos a quienes lo apoyaron en su campaña y fácil victoria,
no obstante los trauman ahí no habían acabado, a los 26 años de la promulgación
de la independencia el país sufrió una bárbara mutilación de más de la mitad de
su territorio, y los causantes fueron los vecinos del Norte, Estados unidos.
Entre 1854 y 1857 se dio la Reforma, en la cual se trató de
fundar un México moderno negando todo lo que había vivido, dando a entender que
el mexicano no quería ser indio ni español ni tampoco quería descender de
ellos.
Esta reforma culminó con la elaboración de la constitución
de febrero de 1857, y estaba condenada a más no poder por la iglesia la cual
prohibió que se absolviera en confesión a cualquier católico que hubiera jurado
sobre la constitución si no presentaba retractación pública. Es aquí después de
todo esto donde el trauma queda en el país, en donde no se sabe si era enemigo
de la religión o enemigo del Estado.
Después vino el porfiriato con su nuevo feudalismo y con su
paz sepulcral, la revolución de 1910 fue un cataclismo que causó desquicio al
orden social, tanto así que le costó al país un millón de muertos.
Al transcurrir el siglo XX, México sufre otra conquista: El
neocolonialismo, que hasta la fecha nos ha invadido con su diplomacia, sus
trasnacionales sus productos, el consumismo, espectáculos, moda, lenguaje, etc.
Y para ayudar, otro trauma agregado el de las devaluaciones
que pulverizaron el peso mexicano y el de la inflación con el empequeñecimiento implacable de los
salarios, y si a esto se le agrega el control de la natalidad, que es exigido
por la sociedad y que la iglesia católica lo sigue reprobando como por ejemplo
con el aborto, considerándolo una modernidad y como prenda de la emancipación
femenina
En esta parte del ensayo hablaremos sobre Nuestra psicología
profunda, donde conoceremos los condicionamientos profundos que mueven al
mexicano a interpretar la realidad en formas peculiares y los resortes
psíquicos que lo hacen actual y también indagaremos el significado genuino y
psicodinámico de algunos aspectos filosóficos, éticos y religiosos de nuestra
idiosincrasia.
Base a los diferentes tipos de comportamientos, ideas,
necesidades, carencias y conflictos que la sociedad tiene, siempre nos
encontraremos con conductas tachadas como raras o enigmáticas.
Definiremos identidad nacional como la conciencia de
determinados rasgos compartidos por la colectividad, y la aceptación de un
estilo de vida en la cual ésta incluido un peculiar sistema de normas,
creencias y valores, comparado con lo que fue la sociedad colonial y de castas
como lo era la nueva España, esto nunca hubiera sido posible, y creo la gente
nunca se lo hubiera imaginado.
Antiguamente se podría decir que el término “Mestizo” era
despectivo, siendo el exponente más genuino de la fusión de las razas europeas
e indígena, se le consideraba “hijo de puta o hijo de la chingada” es decir de
una mujer que haya sido abierta violada
o burlada.
El niño mestizo recibía e calor, el afecto, la protección y
cultura a través del contacto con la madre indígena y, con frecuencia cercana,
Y la historia parece que se repite. Así como el mexicano de
los años siglos pasados admiraba y respetaba al conquistador español, ahora
admira al conquistador yanqui y en el fondo se podría decir que detesta a
ambos, este sentimiento de igual modo se ambivalente hacia la mujer, por un
lado se le respeta pero por el otro se le rechaza, ya sea en lenguaje, en verla
como objeto y/o su pertenencia, utilizando términos femeninos como débil entre
hombres, sin embargo en el mismo lenguaje se encuentra algo muy paradójico,
cuando nos divertimos o hemos quedado fascinado con algo decimo “esto está a
toda madre”.
Además de ser ambivalente, el mexicano muestra mucha
inseguridad, temor, masoquismo, distorsión social, convirtiendo todo lo
personal en decir “nosotros”.
El mexicano le cuesta que el mundo exterior entre a su
intimidad, por eso, lo peor es rajarse, no aguantar; la peor ofensa que que
echa en cara a un mexicano es que se rajó en cambio las mujeres, han sido
consideradas seres inferiores precisamente porque al entregarse se rajan.
En una crisis de identidad se toma la forma del disimulo y
se adoptan las máscaras, hablemos de unos ejemplos:
-El valemadrismo: haciendo referencia a “Me importa madre”,
es como burlarse de sí mismo y aparentar que se ríe del fracaso.
- Los desplantes de superioridad: menos precio a los indios,
a los provincianos y a los “nacos”
En general estos comportamientos y actitudes que muestran
según nuestra dureza en la psicología se le llaman mecanismos compensatorios y
son para que el ser humano pueda tapar la debilidad, el desconcierto y confusión
que vive en ese momento.
México como el “país de las máscaras” . podríamos mencionar
a un personaje conocido por los medios de comunicación, es el “Cantinflas” como
ejemplo del mexicano que le da vueltas y vueltas al asunto hasta llegar a
marear, esto pasa por las huellas que nos ha dejado en siglos la manipulación
social, mentiras políticas, y el hecho que desde la antigüedad se nos ha hecho
creer que somos incapaces, que somos inferiores, que no estamos completos.
¿Es posible un pueblo sano en una cultura de mentira?
¿Es posible una sociedad libre formada por individuos que
mienten en forma habitual, se estafan unos a los otros, no cumplen sus
compromisos, burlan la ley, solapan a los delincuentes y aceptan vivir como
esclavos en tanto se les de comida y pasatiempos?
En un estudio comparativo intercultural del doctor Rogelio
Diaz- Guerrero presenta dos cuadros interesantes por sus marcados contrastes:
1.
El estadounidense, se le considera activo,
individualista, firme, tenso, autoafirmativo y con una alta necesidad de logro.
2.
El mexicano: se le considera complaciente,
obediente, afiliativo, flexibles, dependiente e inhibido.
¿Son dos filosofías de la vida, no?
Si bien, el primer recurso para resolver los problemas, han
sido las armas.
¿Qué tan malo sería compararlo con un caso psiquiátrico? Histéricos que
simulamos para ser aceptado, narcisistas que nos auto idealizamos en la
fantasía; esquizoides que no acabamos de saber quiénes somos, paranoides que
desconfiamos de todos o como fanáticos religiosos.
Hablando de religión, hablemos de la religiosidad como
vivencia, no como hecho social sino como fenómeno psicológico.
Si nos vamos al siglo XVI, podríamos conjugar varios
elementos, como el método utilizado en las doctrinas y pueblos indios que
estaban llenos de líderes paternalistas y sobreprotectores y, al mismo tiempo,
implacables contra el más mínimo respeto a las ideas individuales.
La religiosidad popular es barroca, pues se caracteriza por
una exuberante ceremonialidad comunitaria, las procesiones, cuyo objetivo es
mantener buenas relaciones con las potencias sobrenaturales que pueden brindar
protección y bienestar terrenal, esto desde otro punto de vista es una
dependencia psicológica, es decir una incapacidad de afrontarlos problemas y
“coger al toro por los cuernos” origina un clima de superstición y magia.
En México la ideología dominante es el nacionalismo, para
las mayorías la Nación es cultura, mentalidad, mito y mesianismo.
El mexicano, bien ya lo habíamos mencionado antes con
respecto al por qué y cómo utiliza las máscaras, partamos no de esa observación
sino de la del mexicano frágil e inseguro, el mexicano necesita expresar y
demostrar que “es muy hombre” utilizando toda esta sarta de violencia llamada
machismo, en la que incluye los bigotes, el sombrero, las pistolas, el tequila
y los desplantes de agresión.
El mexicano parece no poder llegar al concepto genuino de
compromiso.
Separemos las actitudes de la sociedad hacia lo que es la
esfera moral, el panorama ético de la población mexicana destaca una nube de
cinismos, por mencionar algunos como la mordida, el soborno ( que está
acompañadas de decimas de justificaciones), las violaciones a la constituciónm
infidelidades conyugales los fraudes, etc.
La mayoría de los mexicanos tiende a separar la esfera
económica de la esfera moral. Nótese qe la base de la moralidad es cierto compromiso
con la comunidad.
El mexicano frecuenta la muerte: la burla, la acaricia, la
festeja, duerme con ella, juega con ella como si fuera un juguete y quizá el
favorito, el mexicano ve la muerte como algo vivo. La indiferencia dante la
muerte se nutre de la indiferencia del mexicano antes la vida, la vida lo ha
curado de espantos.
Recordemos que dicen que México es el único país que celebra
el día de la muerte con una gran fiesta.
México es un país independiente desde 1821, una cosa es el
marco jurídico y otra muy diferente el marco psicológico, es decir una cosa son
las leyes que ya están escritas y otra las vivencias de la población.
La colonia fue el mundo de lo ajeno donde tanto todo lo
bueno como lo malo se esperaba de las flotas que llegaban de muy lejos a los
puertos de Veracruz y a Acapulco.
Tras la destrucción de nuestra cultura originaria en el
siglo XVl, no nos quedó otra opción que lanzarnos en una búsqueda de la cultura
padre y, al no encontrarla, buscamos sutitutos imitando modelos extranjeros.
El mexicano independiente acusa fuertes dependencias.
·
Dependencia del gobierno:
Aquí podremos encontrar el paternalismo, el
presidencialismo.
·
Dependencia de lo divino o sobre natural:
Aquí las promesas y mandados como algo caído del cielo para
obtener soluciones a los problemas y no poder hacer frente a ellos.
Octavio Paz, menciona que tras y siglos de ser manipulado y
engañado, el mexicano ya no cree más que en dos cosas: en la virgen de
Guadalupe y en la lotería nacional.
También se ha creado una dependencia familiar, como lo son
los padres sobreprotectores, padres dominantes, jóvenes casados que recurren a
sus padres, y esto no les permite ser ellos mismos.
Podemos mencionar la dependencia del medio ambiente y la
adaptación a él, con expresiones como “mande usted” para servir a usted”,
delatan una actitud de suma docilidad.
La dependencia de las tradiciones menudean las rutinas
ciegas ue nadie se atreve a cuestionar.
El mexicano tiende a ser automodificativo y pasivo, los
estadounidenses es activo en su forma de confrontar los problemas de la vida,
esto es, los estadounidenses tienen a ser hombres del futuro, mientras los
mexicanos seguimos siendo hombres del pasado.